Thursday, 2 April 2020

"Y de Jesucristo el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" (Apocalipsis 1:5)
Estuve leyendo un pequeño comentario de Spurgeon acerca de este versículo, el pedazo que dice "Al que nos amó y nos lavó de nuestros pecados con su sangre"
Pronto estaremos celebrando la Semana Santa y recordaremos la pasión del Señor Jesús, la última cena, sus últimas palabras, su agonía en el Monte de los Olivos, la traición de Judas Iscariote, el abandono de sus amigos, el juicio, la condenación a morir en la cruz y el abuso de los que lo estaban condenando, la vía dolorosa, su sacrificio en la cruz y luego su resurrección de entre los muertos.
Todo esto lo hizo voluntariamente porque nos ama. Jesús, en Su humanidad, podria haber pedido a Su Padre una legión de ángeles para evitar ir a la cruz y destruírnos de esta manera a todos. Pero no quiso, sabía que la cruz era su destino. Mateo 26: 51 al 54 dice,
51 Pero uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo a un siervo del sumo sacerdote, le quitó la oreja.
52 Entonces Jesús le dijo: Vuelve tu espada a su lugar; porque todos los que tomen espada, a espada perecerán.
53 ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?
54 ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras, de que es necesario que así se haga?
Retomando Apocalipsis 1:5 "Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su sangre" ....Spurgeon dijo que Dios tan lleno de poder podría perfectamente haber creado una nueva raza de criaturas y dejar al pecador morir sin salvación. Cuando Cristo dio sus manos y pies para ser fuentes de sangre sagrada por la cual podemos ser limpios de nuestros pecados, podemos ver claramente la compasión de Dios por el pecador. Esta es una señal que nunca los cielos y la tierra vieron. ¡Cuánto amó Dios al mundo que envió a Su único Hijo para que todo aquel que en Él cree no se pierda mas tenga vida eterna! Ahí en esa vieja y rugosa cruz Jesús pagó la penalidad de mi pecado, el justo murió por el injusto, una acción judicial nunca antes vista, de que Dios mismo en Su humanidad muriese voluntariamente por nuestros pecados, y así cumplir la justicia de Dios. No lo hizo en una forma general o universalista (todos son salvos) sino personal. Osea, Jesús murió pensando en ti personalmente y conociendo personalmente tu nombre. De este modo, la salvación se recibe en forma personal e individualmente. Es una aceptación personal del regalo gratis que Dios te ofrece de ser salvo. Jesús te dice como le dijo a cada uno de Sus discípulos, "Ven y sígueme," y te llama por nombre.
Otra cosa que leí hoy dia fue, Apocalipis 1:17-18, "Cuando le vi, caí como muerto a sus pies. Y él puso su diestra sobre mí, diciéndome: No temas; yo soy el primero y el último y el que vivo, y estuve muerto; mas he aquí que vivo por los siglos de los siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades"
Al tercer día Jesús resucitó de entre los muertos. Juan le vio resucitado en los Evangelios y le vio en gloria en el libro del Apocalipsis. Al verle en gloria, su amigo Juan, cae como muerto a sus pies en gran reverencia, pero el Señor en gran humildad toca su hombro y le dice, "No temas." Spurgeon dice, "Aunque el Señor es divino nos invita a acercarnos a Él sin pavor, tan grande como es Él, nos invita a atrevernos a ser libres con Él. Dejemos que el Señor sea tan glorioso para nosotros, pero al mismo tiempo dejemos que se acerque"

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