Thursday, 2 May 2019

Varias veces en mi vida he estado en peligros de muerte. He aquí algunas de esas veces.
Una vez, después de la jornada del colegio, cuando tenía seis años, iba corriendo detrás de unos niños con los cuales me iba para tomar el bus. Era la última y las más pequeña del grupo. El bus estaba parado en la luz roja. Todos los niños subieron al bus excepto yo. La luz cambió a verde, el bus partió sin mí y mientras pasaba todo esto otro bus venía a toda velocidad directo a mí. De repente, una mano me agarró del delantal por la espalda y me sacó del medio de lo que podrían haber sido los últimos segundos de mi vida. El brazo que me sacó de ahí era de un vecino muy querido, el Señor Lagos, quien estaba en el lugar correcto en el tiempo perfecto.
La otra experiencia que quiero compartir, es cuando mis hermanos, primos y yo íbamos cruzando un puente del ferrocarril. Debajo del puente pasaba un río y habían muchas rocas. Mientras que caminaba por el riel de la línea me resbalé a través de los durmientes y quedé colgando en una viga atravesada debajo del puente. Hasta ahora, no tengo consciencia de haber visto la viga, pero mis brazos quedaron colgando en esta. Mientras colgaba sentía a mis hermanas llorar porque no me veían y pensaban que había caído al río. Pero, mi primo Carlos Alberto, que estaba en el lugar correcto y en el tiempo perfecto, me vio y estiró su brazo a través de los durmientes y me subió, salvando mi vida.
No es un accidente, suerte o casualidad que estás personas estuvieran allí en el tiempo y lugar correcto. Dios, que conoce cuando una de sus millares de aves cae del cielo, y nos considera más valiosos que una de ellas, estaba ahí, guardando y preservando mi vida.
El doce de Octubre de 1987, Dios nuevamente estiró Su brazo de amor para salvarme. Esta vez fue para rescatarme de la perdición eterna, ofreciéndome Su brazo de salvación, ofreciéndome Su gracia y misericordia para el perdón de mis pecados y la dádiva de vida eterna, para que pueda vivir por Él, en Él y a través de Él. Nunca olvidaré aquel día que confié mi vida al brazo de Dios, mi Jesús.
Algún día, en el momento y lugar perfecto, nuevamente estirará Su brazo de amor para llevarme a casa, al hogar celestial, y allí vivir por siempre con Él.
Dios ha sido bueno, misericordioso y fiel con mi vida y ha estirado Su brazo de amor para salvarme, preservarme, guardarme, proveerme, consolarme, animarme, amarme, a lo largo de estos largos años.
Es por eso que no puedo dejar de hablar de Él!
Durante muchos años de mi vida tomé desayuno con mi mamá, excepto cuando mi jornada de colegio era en la mañana. Durante el desayuno mi mamá nos contaba historias de su vida. Algunas eran alegres y otras eran tristes. La historia de mi tía Adita, la cual escuché por años, es una de las historias que mi mamá me contó que me impactó mucho. Durante 20 años de mi vida probablemente escuché está historia que quedó grabada en mi corazón.
La tía Adita era una niñita muy hermosa. Un día de viento y frio en Teno, Curicó, Adita se sentía muy enferma, pero quería ir a la iglesia. Estando en la iglesia se sintió muy mal y sus síntomas empeoraron. La llevaron al hospital en Santiago y mi abuelita estaba con ella. Las horas de visitas estaban cercanas a terminar. La pequeña le pidió a mi abuelita, su mamá, quedarse con ella, diciendo, " mamita, no te vayas, por favor, que me queda poco." Mi abuelita la consoló que se iba a poner bien y que el día de mañana iba a volver a visitarla. Pero, ella le pidió a mi abuelita que le pasará una imagen del corazón de Jesús. Abrazando la imagen en su pecho mi abuelita la dejó en aquella habitación del hospital. Salió del hospital y una enfermera fue corriendo detrás de ella para avisarle que su hija acababa de fallecer.
¡Nunca me olvidé de esta historia!
Estoy tratando de hacer el árbol genealógico de mi familia, encontré lo que se llama una evidencia documental de lo que mi mamá nos contó. Encontré el certificado de defunción de mi tía Adita, cuyo nombre era Aida. ¡Me emocionó mucho ver este documento! Esta pequeña murió a los 14 años en 1933 de miocarditis en un hospital de Santiago de Chile llamado San Vicente de Paul. El certificado me prueba la historia que mi mamá contaba que su mamá le contó. Pues, cuando está niñita murió mi mamá tenía como tres años.
Abajo publiqué dos fotos una con el certificado de defunción de mi tía Adita y la otra foto es una réplica de un papiro del Evangelio de Juan. El papiro original de esta replica data cerca del 98-150 d.C. A esto también se le llama evidencia documental. Hay una vasta riqueza de evidencias documentales del Nuevo Testamento que nos dice que lo que tenemos hoy día es cómo fue transmitido por los apóstoles originalmente. Este pedacito de documento tan antiguo de los Evangelios fue encontrado en una comunidad a lo largo del río Nilo en Egipto, lugar lejano a Asia Menor, donde probablemente el Evangelio original fue escrito. Lo que significa que es un resto de una copia del Evangelio de Juan. En otras palabras, ya habían copias de este Evangelio por el año 150 y en lugares remotos. Esto prueba que Juan escribió su Evangelio tempranamente y cercanamente a los hechos de la vida de Jesús. El apóstol Juan, discípulo de Jesús y amigo cercano de Él, vivió entre el año 6 d.C al año 100 d.C. Ósea, este pequeño papiro llamado P52 del capítulo 18:31-32; 37-38 del Evangelio de Juan fue copiado durante la vida de Juan o a lo más 50 años después de su muerte. Escépticos alemanes del siglo 19 decían que el Evangelio de Juan fue escrito en el 160 d.C. e influenciaron a muchos produciendo la burla de la confiabilidad de este Evangelio. Hasta que Papiro P52 fue descubierto.
La historia de mi tía Adita la escuché por última vez al menos treinta años atrás y aun la recuerdo bien , aun teniendo una lesión en mi área cognitiva y de memoria en mi cerebro. Encontré este documento después de cinco años de la muerte de mi mamá y 83 años después de la muerte de mi tía. El documento me habla a gritos que lo que me contó mi mamá era cierto. Así como también el documento P52 nos habla a gritos de la confiabilidad del Evangelio de Juan.
Como el documento de defunción de mi tía Adita fue preservado, así Dios también ha preservado la Biblia.
¿Sabías que si se destruyen todos los Nuevos Testamentos que existen se pueden volver a escribir completamente a través de los documentos de la antigüedad que existen y que mencionan versículos del Nuevo Testamento ?
Bueno, espero que este datito arqueológico les sirva y que también podamos reflexionar que la vida es corta y frágil. Lo más necio es gastarla. La Biblia, La Palabra de Dios, nos enseña a cómo vivir esta vida tan corta por Cristo, a través de Cristo y en Él.

Wednesday, 1 May 2019

Simón Greenleaf, era un abogado que escribió un pequeño libro llamado "Una Examinación del Testimonio de los Cuatro Evangelistas Bajo las Reglas de Evidencias Administradas en las Cortes de Justicia".
Esto es lo que escribe acerca del caracter de Cristo como los Evangelistas nos muestran,
"Por último, el gran personaje [Cristo] que han representado es perfecto.
Es el carácter de un Ser sin pecado; supremamente sabio y
supremamente bueno. No exhibe ningún error, ninguna intención siniestra, no
imprudencia, no ignorancia, ninguna pasión malvada , no impaciencia; en una
palabra, sin culpa, pero todo [en Él] es rectitud perfecta, inocencia, sabiduría,
bondad y verdad. La mente del hombre nunca ha concebido la
idea de tal personaje, incluso para sus dioses; ni la historia ni
la poesía han dado alguna sombra de esta. Las doctrinas y preceptos de Jesús.
están en estricta conformidad con los atributos de Dios, de acuerdo con
la idea más exaltada que podamos formar de ellos, ya sea desde la razón o de la revelación. Están sorprendentemente adaptados a la capacidad humana, y sin embargo, se entregan con una simplicidad
y majestad totalmente divina. [Cristo] habló como nunca hombre ha hablado. Hablaba con autoridad sin embargo, se dirigió a la razón y la comprensión de los hombres; Y habló con una sabiduría, que los hombres no podían ni negar ni resistir. En su vida privada, se expone a un personaje no sólo de justicia estricta, sino de una benignidad rebosante. Es templado, sin austeridad; su mansedumbre y su humildad así lo señalan; Su paciencia es invencible; verdad y sinceridad ilustran toda su conducta. cada una de sus virtudes está regulada por un discernimiento consumado; y él tanto gana el amor de sus amigos como también obtiene la maravilla y admiración de sus enemigos. Está representado en cada variedad de situaciones en la vida, desde la altura de la grandeza mundana, en medio de las aclamaciones de un admirada multitud, hasta el más profundo abismo de la degradación humana y ayes, aparentemente desertado de Dios y del hombre. Sin embargo, en todas partes él es el mismo mostrando un personaje de perfección sobrenatural, simétrico en todas sus proporciones, y rodeado de esplendor más que humano.
O bien los hombres de Galilea eran hombres de sabiduría superlativa, de amplio conocimiento y experiencia, y de habilidad más profunda en las artes del engaño que cualquier otra persona que haya existido, antes o después de ellos, o han declarado realmente las asombrosas cosas que vieron y oyeron".
Greenleaf hace una investigación profunda al testimonio de los cuatro evangelistas como en un caso de corte. Una de las cosas que aprendí de su libro que las pocas y aparentes "discrepancias" en los evangelios prueban que el testimonio es verdadero y real y que cada autor de los evangelios da un testimonio de acuerdo a lo que vieron y oyeron separadamente e individualmente. No estaban repitiendo una historia como papagayos en la cual se pusieron de acuerdo en contar. Cada uno da un ángulo y un énfasis diferente de lo que vio o escuchó, lo cual, complementan cada Evangelio. Por ejemplo, en el Evangelio de Juan 20:1-18, Juan pone énfasis en María Magadalena. Si lo lee rápidamente pensará que es la única mujer que fue a la tumba el día de la resurrección (los otros evangelios hablan de varias mujeres que fueron a la tumba). Pero, en Juan 20:2 María Magdalena dice a Pedro y a otro discípulo,
 " Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto." La palabra "sabemos" es en plural e indica más de una persona involucrada en la historia de la tumba. Los otros Evangelios indican quienes eran estas persona (otras mujeres). El Evangelio de Juan estaba dando el ángulo de María Magdalena, complementando la historia de los otros Evangelios.
Recuerde, la mayoría de los discípulos de Jesús sufrieron martirio debido a su testimonio. Ellos declararon: "Porque no podemos dejar de hablar las cosas que hemos visto y oído" (Hechos 4:20) "Les proclamamos lo que hemos visto y oído" (1 Juan 1: 3)
Más acerca del autor:
"Simon Greenleaf fue un "genio" desconocido, según el profesor visitante Daniel H Coquillette '71 de HLS. (Coquillette es coautor de una nueva historia de la Facultad de Derecho de Harvard)" [1]
'El Dr. Simon Greenleaf (5 de diciembre de 1783 - 6 de octubre de 18530 fue una de las figuras principales en los primeros días de la Escuela de Derecho de Harvard, un erudito legal, y también se desempeñó como profesor Royall en la Escuela de Derecho de Harvard. Además, Greenleaf fue el autor del texto clásico de tres volúmenes, Un Tratado sobre la Ley de Evidencia (1842) y, según el Dr. Wilbur Smith, este trabajo "todavía se considera l
a mayor y única autoridad en materia de pruebas en toda la literatura sobre asuntos de procedimients legales."[2]
Este abogado de Nueva Inglaterra y profesor de derecho de la Universidad de Harvard, creció parte de su vida en Massachusetts y parte en Maine. Su libro  "Un examen del testimonio de los cuatro evangelistas" es un texto clásico en el cual examina el testimonio de los cuatro evangelios como si estuvieran presentados en una ley judicial. Greenleaf apunta a los escépticos de su día, sin embargo su análisis y comprensión es relevante en nuestro tiempo.