Simón Greenleaf, era un abogado que escribió un pequeño libro llamado "Una Examinación del Testimonio de los Cuatro Evangelistas Bajo las Reglas de Evidencias Administradas en las Cortes de Justicia".
Esto es lo que escribe acerca del caracter de Cristo como los Evangelistas nos muestran,
"Por último, el gran personaje [Cristo] que han representado es perfecto.
Es el carácter de un Ser sin pecado; supremamente sabio y
supremamente bueno. No exhibe ningún error, ninguna intención siniestra, no
imprudencia, no ignorancia, ninguna pasión malvada , no impaciencia; en una
palabra, sin culpa, pero todo [en Él] es rectitud perfecta, inocencia, sabiduría,
bondad y verdad. La mente del hombre nunca ha concebido la
idea de tal personaje, incluso para sus dioses; ni la historia ni
la poesía han dado alguna sombra de esta. Las doctrinas y preceptos de Jesús.
están en estricta conformidad con los atributos de Dios, de acuerdo con
la idea más exaltada que podamos formar de ellos, ya sea desde la razón o de la revelación. Están sorprendentemente adaptados a la capacidad humana, y sin embargo, se entregan con una simplicidad
y majestad totalmente divina. [Cristo] habló como nunca hombre ha hablado. Hablaba con autoridad sin embargo, se dirigió a la razón y la comprensión de los hombres; Y habló con una sabiduría, que los hombres no podían ni negar ni resistir. En su vida privada, se expone a un personaje no sólo de justicia estricta, sino de una benignidad rebosante. Es templado, sin austeridad; su mansedumbre y su humildad así lo señalan; Su paciencia es invencible; verdad y sinceridad ilustran toda su conducta. cada una de sus virtudes está regulada por un discernimiento consumado; y él tanto gana el amor de sus amigos como también obtiene la maravilla y admiración de sus enemigos. Está representado en cada variedad de situaciones en la vida, desde la altura de la grandeza mundana, en medio de las aclamaciones de un admirada multitud, hasta el más profundo abismo de la degradación humana y ayes, aparentemente desertado de Dios y del hombre. Sin embargo, en todas partes él es el mismo mostrando un personaje de perfección sobrenatural, simétrico en todas sus proporciones, y rodeado de esplendor más que humano.
O bien los hombres de Galilea eran hombres de sabiduría superlativa, de amplio conocimiento y experiencia, y de habilidad más profunda en las artes del engaño que cualquier otra persona que haya existido, antes o después de ellos, o han declarado realmente las asombrosas cosas que vieron y oyeron".
Greenleaf hace una investigación profunda al testimonio de los cuatro evangelistas como en un caso de corte. Una de las cosas que aprendí de su libro que las pocas y aparentes "discrepancias" en los evangelios prueban que el testimonio es verdadero y real y que cada autor de los evangelios da un testimonio de acuerdo a lo que vieron y oyeron separadamente e individualmente. No estaban repitiendo una historia como papagayos en la cual se pusieron de acuerdo en contar. Cada uno da un ángulo y un énfasis diferente de lo que vio o escuchó, lo cual, complementan cada Evangelio. Por ejemplo, en el Evangelio de Juan 20:1-18, Juan pone énfasis en María Magadalena. Si lo lee rápidamente pensará que es la única mujer que fue a la tumba el día de la resurrección (los otros evangelios hablan de varias mujeres que fueron a la tumba). Pero, en Juan 20:2 María Magdalena dice a Pedro y a otro discípulo,
" Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto." La palabra "sabemos" es en plural e indica más de una persona involucrada en la historia de la tumba. Los otros Evangelios indican quienes eran estas persona (otras mujeres). El Evangelio de Juan estaba dando el ángulo de María Magdalena, complementando la historia de los otros Evangelios.
Recuerde, la mayoría de los discípulos de Jesús sufrieron martirio debido a su testimonio. Ellos declararon: "Porque no podemos dejar de hablar las cosas que hemos visto y oído" (Hechos 4:20) "Les proclamamos lo que hemos visto y oído" (1 Juan 1: 3)
Más acerca del autor:
"Simon Greenleaf fue un "genio" desconocido, según el profesor visitante Daniel H Coquillette '71 de HLS. (Coquillette es coautor de una nueva historia de la Facultad de Derecho de Harvard)" [1]
'El Dr. Simon Greenleaf (5 de diciembre de 1783 - 6 de octubre de 18530 fue una de las figuras principales en los primeros días de la Escuela de Derecho de Harvard, un erudito legal, y también se desempeñó como profesor Royall en la Escuela de Derecho de Harvard. Además, Greenleaf fue el autor del texto clásico de tres volúmenes, Un Tratado sobre la Ley de Evidencia (1842) y, según el Dr. Wilbur Smith, este trabajo "todavía se considera l
a mayor y única autoridad en materia de pruebas en toda la literatura sobre asuntos de procedimients legales."[2]
Este abogado de Nueva Inglaterra y profesor de derecho de la Universidad de Harvard, creció parte de su vida en Massachusetts y parte en Maine. Su libro "Un examen del testimonio de los cuatro evangelistas" es un texto clásico en el cual examina el testimonio de los cuatro evangelios como si estuvieran presentados en una ley judicial. Greenleaf apunta a los escépticos de su día, sin embargo su análisis y comprensión es relevante en nuestro tiempo.