Tuesday, 13 January 2015

Mateo 8:11-12

“Y os digo que vendrán muchos del oriente y del occidente, y se sentarán con Abraham e Isaac y Jacob en el reino de los cielos. Mas los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera; allí será el lloro y el crujir de dientes.”(Mateo 8:11-12)

¡Dios no hace acepción de personas! Gente de todas las naciones vendrán y se sentarán junto a Abraham, Isaac y Jacob en el Reino de los Cielos. Que maravilloso es pensar en esto!!!!! Pero, los Evangelios también hablan no solamente de la inclusión de las naciones, sino también esta inclusión es acerca de todo tipo de pecador que se ha arrepentido. Esta inclusión es también acerca de todo tipo de persona, pobre, rico, educado y no educado. Y para explicarme mejor, hago mención de Spurgeon que en su sermón llamado "El Cielo y el Infierno", dijo lo siguiente: “ hay un tipo de persona que siempre será mirado por los otros como sin esperanza. Se han escuchado a mujeres y hombres decir, “Esta persona no podrá ser salvo: es muy abandonado al pecado. ¿Para qué es buena? Pídele ir a un lugar de adoración – el sábado por la noche borracho estaba- ¿Cuál sería el uso de razonar con esta clase de persona? No hay esperanza para esta. Ahora, escúchame, tú que piensas que tu prójimo es peor que tú – tú, que condenas a otros, mientras eres frecuentemente tan culpable como esta persona: Jesucristo dice, “muchos vendrán del este y del oeste.” Habrán muchos en el cielo que fueron alguna vez borrachos (alcohólicos). Pero, por el poder de la gracia de Dios, pudieron romper la copa del alcohol en el suelo, renunciando al motín de la intoxicación (o cualquier tipo de copa que intoxica el alma/pecado), huyeron de esta y siguieron a Dios. Sí, habrá mucha gente en el cielo que fueron los más abandonados al pecado. Los más perdidos. Whitefield dijo una vez, que habrán algunos en el cielo que fueron llamados, “los desechados del Diablo;”(los desechados de la sociedad)… Estos son los que el Diablo piensa que no son tan buenos para él, sin embargo, Cristo los salva. Nadie debería condenarnos por predicar a los más perdidos y condenarnos por creer que hay esperanza aún para estos.” (Paréntesis míos)

"Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego."
(Romans 1:16) "Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios."! (1 cor. 1:18)
El evangelio tiene poder para regenerar y dar vida a un alma muerta y perdida. Es el milagro más grande que mis ojos han visto.

El Evangelio es poder de Dios para los perdidos que lo reciben. No olvidemos lo que dice Jesús a los líderes religiosos de Sus días, “De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino a vosotros Juan (el bautista) en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.”(Mateo 21:31-32)

Por ello Jesús dice, en la otra mano, en Mateo 8:12, que hay algunos que piensan ser hijos del reino, Jesús de nuevo hablando a los líderes religiosos de aquellos días. Creen ser creyentes, pero solamente practican una religión para sentirse bien consigo mismos. Su religión no es la de Dios, pero la del "yo" y quieren solamente creer lo que les gusta escuchar y oir. Ponen su confianza en lo que el hombre dice ya sea en dogmas de hombres, ya sea en opiniones de hombres, o ya sea en el potencial (fuerza) del hombre, pero la confianza no la ponen en Dios y en lo que Dios dice. Y adoran a Dios con los labios, pero no de corazón. Jesús dice que son sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia (practican la hipocresía, esa es su doctrina, Lucas 12:1). A estos, dice este verso, se les espera un terrible lugar que a nadie le gusta hablar y mencionar, pero que en realidad es un tema muy serio y en serio, y como este versículo lo menciona, y una verdad no es verdad si no es completa; este es un lugar descrito como un lugar de tormento donde los dientes crujen y donde hay lloro, se llama el infierno.

¡Doy gracias a Dios por Nuestro Señor Jesucristo que vino a pecadores como yo para salvarnos en la cruz de este terrible destino eterno y librarnos del dominio de las tinieblas y trasladarnos al reino de su Hijo amado! Pecadores que han sido lavados, santificados y justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios (1 Cor. 6:11). Dios es capaz de salvar a cualquier tipo de pecador. Nada es imposible para Dios!!!

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