"Los
aullidos del diablo pueden ser usados por Dios para acercarnos más a Cristo,
para enseñarnos acerca de nuestras propias debilidades, y para mantenernos
vigilantes en nuestra torre vigía; y pueden ser convertidos en instrumentos de
preservación de otros males."(Charles Spurgeon, del sermón "Satanás
Considerando a los Santos", "Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has
considerado a mi siervo Job?" -- Job 1: 8")
Me encanta
el libro de Job. Job era un hombre conocido por Dios, esta es la opinion de
Dios acerca de Job, “varón perfecto y recto, temeroso
de Dios y apartado del mal.”(Job 1:8) Pero, el diablo lo consideró.
¿Por qué? El diablo odia el testimonio de Dios en nuestras vidas. Y es su
propósito destruirlo. Satanás le dijo a Dios, ¿Acaso
teme Job a Dios de balde? ¿No le has
cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus
manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra. Pero extiende ahora tu mano y toca todo lo que tiene, y
verás si no blasfema contra ti en tu misma presencia.”
Luego, Satanás quitó la salud de Job, dándole una terrible enfermedad, una sarna maligna de la cabeza a los pies. Y aún así Job no pecó delante de Dios, y diciéndole a su esposa, la cual lo animaba a maldecir a Dios, “Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.”
El buen Job, fue sarandeado por el diablo, pero nada lo pudo separar del amor de Dios. El Todopoderoso, en Su inescrutable sabiduría tenía un plan mayor. Tenía la visión completa de lo que Job iba a ser después de esta gran prueba. Iba a ser refinado, iba a ser un hombre mejor de lo que era, y la pequeña cantidad de auto-justicia que este amado de Dios tenía iba a ser purificada. Lo que el diablo intentó para mal, Dios lo usó para bien.
Dios consideró a Job para bien y pensó en él. Cuando somos corregidos por Dios, amados, piensa en esto, “el infinito y eterno Dios que creó el universo me ha considerado y ha pensado en mí (un don nadie)para bien, para moldear en mí a Su Hijo Jesús, el Padre de luces que da toda buena dádiva y todo don perfecto, ha pensado en mí, me ha cosiderado. Como un buen padre que piensa en sus hijos y los ama y los corrige, Dios ha pensado en mí.”
Si el buen y justo Job, varón conocido por Dios, necesitaba de cierta corrección, ¡Cuánto más cada uno de nosotros! Que el testimonio de Dios en nuestras vidas crezca y que la obra del Santo Espíritu continúe en nuestras vidas. Y que lo aullidos del diablo, nos acerquen más a Dios y nos hagan reflexionar acerca de nuestras propias debilidades. Que no caígamos en la tentación de ofendernos de Dios. En el momento que lo hacemos estamos pensando que somos mejor que Dios y más justos que Él.
1 Pedro 5:8-11, “ Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo. Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca. A él sea la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén.”
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