Wednesday, 17 December 2014

La Ley de Dios, Necesaria en la Convicción de Pecados

Amigo Cristiano,

No voy a sobar el oído a nadie con esto, pero mi tono es de gentileza. ¿Por qué cuando predicamos dejamos fuera la ley de Dios?. ¿Por qué no predicamos del todo?

He escuchado mucho acerca de solamente decir, “Dios te ama”, cuando evangelizamos y pensamos que esto es evangelización. Al oído de un no convertido esto suena vacío.

Otros han dicho (incluyéndome), "con mi vida testifico el Evangelio, sin palabras." Aunque nuestra conducta debe reflejar nuestras creencias no debemos ignorar y hacer en vano lo que la Biblia dice, “ porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !!Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! Y aún más la Biblia agrega, “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10)

Otros han dicho (incluyéndome), "voy a esperar que el Espíritu Santo toque el corazón de la persona sin predicar." No olvides que la vida es como una flor que se desvanece. La persona a quien debes predicar, su vida es valiosa y efímera, debes recordar que puede morir el próximo segundo. Que su sangre no este sobre tu cabeza, aún el apóstol Pablo consideraba esto ve lo que dice en Hechos 18;6 y 20:26.
Otros han dicho (incluyéndome), “no hay que predicar incluyendo la ley, pues esto es ser fariseo, legalista y religioso.” ¡Queridos amigos! La ley de Dios no fue dada en vano y es un ayo para llevarnos a Cristo (Gál.3:24).

 Recuerda el Sermón del Monte como Nuestro Señor nos explica la ley de Dios y nos hace saber que el cumplirla no es de apariencia sino debe ser obedecida en el corazón, el lugar que solamente Dios ve. Y esto es un hecho imposible para el hombre natural. Es por eso, que necesitamos de un Salvador y nacer de nuevo. El Sermón del Monte nos muestra la inmensa necesidad que tenemos de Dios. El próposito de la ley es dar a conocer que somos pecadores (Romanos 3:20) y por ende el Espíritu de Dios la usa para darnos a conocer que necesitamos de un Salvador. O sino el Señor no la hubiese predicado. A través de la ley somos conscientes de nuestros pecados. Y valga la redundancia, la ley nos muestra la inmensidad de nuestra necesidad de Dios. Osea, nos muestra la inmensidad del problema de nuestro corazón. La maravillosa noticia que trae el Evangelio es entendida solamente bajo el transfondo de una mala noticia, y esto es lo que la ley hace. La ley hace relevante en el corazón y vida del individuo la terrible condición en que se encuentra. Es en este transfondo que el Evangelio son Buenas Nuevas. El Evangelio es entendido solamente cuando vemos el triste estado de nuestra alma. No podemos predicar un evangelio a medias, o tendrás “cristianos a medias” o falso convertidos.

Te dejo con estas palabras de algunos hombres sabios que proclamaron el Evangelio poderosamente y con gracia,

"No creo que ningún hombre pueda predicar el Evangelio que no predica la Ley... Si los hombres no entienden la Ley, no se sentirán pecadores. Y si no son pecadores conscientes, nunca estimarán la ofrenda por el pecado. No se puede sanar a un hombre hasta que la Ley le haya herido, ni vivificarlo hasta que la Ley le haya matado." (Charles Spurgeon)

“Es un gran error darle a un hombre que no tiene ninguna convicción de pecado, ciertos pasajes que jamás fueron diseñados para él. Lo que necesita es la Ley… No le ofrezcas el consuelo del evangelio mientras no haya visto su culpabilidad delante de Dios y esté convencido de ello. Tenemos que dar suficiente Ley para eliminar toda justicia propia. Compadezco al hombre que predica sólo un lado de la verdad –siempre el evangelio, y nunca la Ley."(D.L Moody)

“Antes de que puedas hablar paz a tu corazón, debes primero ver, sentir, llorar y lamentar por tu transgresión real en contra de la ley de Dios.” (George Whitefield)

“Hay que predicar la ley a pecadores que piensan ser justos. Debemos tener cuidado de sanar antes de ver los pecadores heridos, no sea que digamos, “Paz, paz”, y no hay paz. Pecadores cómodos deben oír los truenos del Monte Sinaí, antes de llevarlos al Monte Sión. Temo que los que nunca predican la Ley no son hábiles en dar a entender las buenas nuevas del evangelio."(George Whitefield)

"No hay ninguna manera para venir a ese conocimiento del pecado que es necesario para el arrepentimiento, sino por comparar nuestras vidas y corazones por la Ley." (Matthew Henry)

“ Los hombres nunca vendrán a Jesús, y nunca permanecerán en Jesús, y vivirán por Jesús, al menos que realmente sepan por qué vinieron a Él y cuál es su necesidad. Aquéllos a los que el Espíritu de Dios lleva a Jesús son aquéllos que han sido convencidos por el Espíritu Santo de pecado. Sin esto, la persona puede parecer venir a Jesús por un tiempo, pero pronto dejarán a Dios y volverán al mundo.” (JC Ryle)

“El hombre que no conoce la escencia de la ley, no puede conocer la escencia del pecado.” (John Bunyan)

“La ignorancia de la naturaleza y del diseño de la ley es la base de los errores religiosos más grandes.” (Isaac Newton)

“La única manera de saber si estamos en pecado es a través del conocimiento de Su ley moral.” (Jonathan Edwards)

“El primer deber de un predicador del Evangelio es declarar la ley de Dios y mostrar la naturaleza del pecado.” (Martín Lutero)

La inmensidad de Su gracia y misericordia solamente pueden ser entendidas cuando sabemos cuán pecadores somos. Y esto es el trabajo del Espíritu de Dios a través del ayo de la ley. Así es como el peso del sacrificio de Cristo en la cruz tiene sentido. El saber que no podemos cumplir la ley de Dios nos revela que salvación es por gracia y no por las obras de la ley. Que es solamente a través de Cristo y Su obra redentora en la cruz que somos salvos y esto es un regalo de Dios que se cree por fe.
Recuerda el pecado es transgresión de la ley y esto es iniquidad.Y de esto nos convence el Santo Espíritu. Y es necesario que el Evangelio completo sea PROCLAMADO sin borrar partes de este. La PROCLAMACION del evangelio no es una invitación a un peregrinaje con Cristo. Es la proclamación de Salvación en Cristo con todo lo que esto implica, sea ofensivo o piedra de tropiezo, o necedad o ya sea poder de Dios al oyente. No hagamos liviano el costo de la Sangre de Cristo. No te justifiques con que es una generación post-moderna a la que estás hablando. La naturaleza humana no ha cambiado, sigue siendo la misma desde el principio. Así como nuestro sí debe ser sí y nuestro no debe ser no, no debe haber ambiguedades en el lenguaje del Evangelio.

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